jueves, 7 de junio de 2012

Figuras literarias: el justiciero

 

"Esta ciudad me teme, he visto su verdadero rostro, las calles son alcantarillas alargadas y esas alcantarillas están llenas de sangre, y cuando se forme una costra en los desagües todas las alimañas se ahogarán. La mugre acumulada de tanto sexo y asesinatos les cubrirá con su espuma hasta la cintura y todas las putas y los políticos alzarán la vista y gritarán -¡Sálvanos!- y yo susurraré
-No-"
Rorschach, Watchmen

Inaugurando una categoría de entradas con la intención de enseñar un poco sobre recursos narrativos, hoy quiero dar a conocer uno de los arquetipos de héroe básicos: el justiciero. Los justicieros no tienen ninguna complicación para identificarlos, básicamente se guían por unos principios morales que consisten en ayudar al débil e infundir el bien común para todos. También suelen ser por lo general fléxibles en sus métodos, pero no dudan en emplear las fuerzas de las que dispongan, y de darse el caso tampoco tienen reparos en acabar de forma definitiva con la persona o causa de la discordia.

Superman, el mayor ejemplo de justiciero

Es su capacidad de autosacrificarse por el prójimo lo que los hace fuertes, pero al mismo tiempo es su punto moral débil. Al no soportar que se cause daño a personas inocentes, muchas veces caen en trampas de los villanos y pueden ser manejados con facilidad si hay vidas en juego. Incluso darán oportunidad al villano de redimirse y expiar sus maquinaciones, o en casos como el del hijo de Krypton, tolerarán la existencia de enemigos que les amenacen si ello trae prosperidad a la gente de su alrededor (Superman podría destruir todo el imperio empresarial de Luthor y hundirlo cuando quisiera, pero la empresa proporciona trabajo a una gran parte de la población de Metrópolis).

La empatía es también la cualidad que los hace populares en las sociedades donde aparecen, el factor de que cuando se muestren en público sean admirados por la gente de bien y temidos por los criminales. Las fuerzas del orden se mostrarán abiertas en recibir su ayuda sabiendo que el mejor resultado para todos incluye al superheroe local en el plan de acción, y de negarse se exponen a la presión de los ciudadanos, quienes optarán por una única persona con un historial de gestas que conocen, antes que por una agrupación de funcionarios que solo siguen un protocolo de acciones.

Tanto Phoenix como Miles són justicieros por sus profesiones

¿De donde se originan las motivaciones de estos personajes? La respuesta está en la educación que reciben. El tener algo o alguien de lo que recibir los valores es la causa más común, pero ello no siempre significa haber sido criado por una figura fraterna ejemplar cuya muerte fuera natural, también pueden heredar la filantropía de un elemento ficticio en su propio universo, como se muestra en Watchmen o Kick-Ass. La pérdida de algo importante para su vida por factor repentino también puede ser un desencadenante, y suele ser muy común asistir al monólogo que acaba determinando si el personaje se convierte en justiciero, vengador o defensor. Batman y Spiderman pasaron por esto último, y sus consecuencias fueron totálmente distintas.

También es posible darse el caso de que 2 justicieros tengan una confrontación, a fin de cuentas puede darse el choque entre 2 comunidades y, por tanto, una batalla entre sus respectivos campeones. Aquí suele haber un tópico bastante cliché, y es que la causa de estos duelos suele ser la ignorancia de ambos contendientes sobre la situación de la gente a la que está sirviendo el rival, lo que acaba estableciendo el guión de estos encuentros en el descubrimiento de la causa común, y la posterior colaboración para solucionarla. Como ejemplo de esto tenemos los juicios en los que Phoenix Wright se bate contra Miles Edgeworth, al que vemos como a medida que se presentan las pruebas y argumentos del abogado, el fiscal se va poniendo de parte del acusado para descubrir al auténtico culpable.


Creo que con esto no dejo lugar a dudas para poder identificar a este arquetipo de personaje, que con los tiempos que corren están cayendo en desuso en favor de heroes con motivaciones más privadas, a fin de cuentas pocas personas están dispuestas a hacer el bien en todas las tonalidades de gris que nos encontramos cada día... ¿a que sí?.

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